Citation

Pridemore WA. Soc. Probl. 2016; 63(4): 573-589.

Copyright

(Copyright © 2016, Society for the Study of Social Problems, Publisher Oxford University Press)

DOI

10.1093/socpro/spw018

PMID

unavailable

Abstract

The goal of this study was to determine the risk of homicide victimization associated with an underlying pattern of hazardous drinking. Data were from the Izhevsk Family Study (IFS), a large-scale, population-based case-control study. There were two sets of cases: all men aged 25 to 54 years living in Izhevsk during October 2003 through October 2005 who were (1) homicide victims (n = 45) or (2) homicide victims or died of injuries of undetermined intent (n = 156). Controls were selected at random from a population register. The exposure, an ongoing pattern of hazardous alcohol consumption, was variously defined as drinking more than 20 liters of ethanol in the prior year, consumption of non-beverage alcohols at least once per week, and a set of behavioral measures of problematic drinking. Extensive information was obtained via interviews with proxy informants living in the same household as cases and controls. Each measure of hazardous drinking was associated with increased risk of violent death, and nearly 60 percent of homicides were attributable to hazardous drinking.

RESULTS provide strong evidence of an association between an underlying pattern of hazardous drinking and vulnerability to violent death.

Language: en

Vernacular Abstract

El objetivo de este estudio fue determinar el riesgo de victimización (ser víctima) por homicidio asociado con un patrón subyacente de consumo de riesgo. Los datos se extrajeron de la investigación sobre familia Izhevsk (Izhevsk Family Study), un estudio poblacional a gran escala basado en estudios de casos con grupos de control. Había dos tipos de casos: hombres de entre 25-54 años viviendo en Izhevsk durante octubre 2003 a octubre 2005 que fueron: a) o bien víctimas de homicidio (n = 45) o bien (b) víctimas de homicidio o que murieron como efecto de heridas de causa desconocida (n = 156). Los grupos de control fueron seleccionados al azar de un registro de población. El patrón de consumo que se considera como consumo peligroso de alcohol, fue definido de forma diversa como el consumo de más de 20 litros de etanol en el año anterior, el consumo de bebida sin alcohol al menos una vez por semana, y un conjunto de medidas de comportamiento como consumo problemático. Se obtuvo una amplia información a través de entrevistas con informantes que vivían en la misma casa configurados tanto como casos como por sujetos del grupos de control. Cada medida de consumo de riesgo fue asociada con un mayor riesgo de muerte violenta, y casi el 60% de los homicidios fueron atribuibles a un consumo de riesgo. Los resultados proporcionan una clara evidencia de una asociación entre un patrón subyacente del consumo de riesgo y la vulnerabilidad hacia tener muerte violenta.